
La muerte de 41 migrantes y 27 heridos de gravedad en el Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez, ocurrida la noche del lunes, fue una tragedia. Peor aún es el hecho de que habría sido completamente evitable si no fuera por los gobiernos de AMLO-Biden y sus políticas anti-inmigrantes y anti-pueblo, que sólo sirven a los intereses de los monopolios en ambos lados de la frontera.
Como siempre, la clase trabajadora, internacional y nacional, ha llevado la peor parte de esta crisis capitalista. La clase obrera y los sectores populares de Guatemala, Honduras, Venezuela y El Salvador han sido de los más afectados. De estos países procede la mayoría de los migrantes. Estos emigrantes, que apenas poseen nada y a los que el Estado burgués se niega a ayudar, se ven obligados a trabajar como mendigos, lavando parabrisas o vendiendo caramelos para llegar a fin de mes. No es así como los migrantes quieren vivir, pero son las sangrientas políticas antipopulares de los gobiernos capitalistas de AMLO y Biden las que los mantienen así.
Fue en estas condiciones que la guardia nacional acorraló y detuvo a los 68 migrantes, ese lunes por la mañana. Los gobiernos de AMLO y Biden intentan engañar al pueblo diciendo que están “rescatando a los migrantes” de estas condiciones. En realidad, los detienen sólo para enviarlos de vuelta a la frontera sur o incluso fuera del país por completo. Sus acciones exponen sus palabras como nada más que mentiras.
Aunque los gobiernos burgueses de AMLO y Biden comparten la mayor parte de la culpa, los agentes de inmigración y sus jefes no están libres de culpa. El video de lo sucedido muestra cómo los guardias abandonaron a los migrantes, dejándolos morir quemados. Tenían los medios para dejarles salir, para salvarles la vida, pero decidieron no hacerlo. Los guardias vieron cuando se encendía el fuego y aun así no hicieron ningún intento de abrir la celda, sólo huir. A pesar de ello, no debemos permitir que el enemigo de clase se absuelva centrándose en los agentes individuales y sus acciones. Cualquiera que sea la culpa que esos agentes tengan, los gobiernos de AMLO-Biden tienen cien veces esa culpa por crear y perpetuar las condiciones que llevaron a la muerte de 41 compañeros proletarios.
Todo esto ocurre en el contexto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), una política impulsada por la burguesía de los tres países para fortalecer sus lazos políticos. Las rabiosas políticas anti-inmigración de EEUU y México están directamente relacionadas con este acuerdo. El gobierno de AMLO, totalmente servil a los intereses de los monopolios, está más que feliz de ayudar a los EE.UU. a llevar a cabo estas políticas sangrientas. Una de estas políticas es la llamada Política de Protección al Migrante, más exactamente conocida como la política de “Permanecer en México”. Los Estados Unidos ha utilizado esta política para obligar a los solicitantes de asilo a permanecer en México mientras se tramitan sus solicitudes. Hasta la fecha, se han tramitado 81.350 casos en virtud de la PPM, lo que significa que cerca de 100.000 personas, muchas de las cuales ya se encontraban en Estados Unidos, se han visto obligadas a permanecer en la frontera.
Incluso antes de que se estableciera oficialmente la guardia nacional, AMLO prometió utilizarla para ayudar a esta política antipopular. Por supuesto, todo bajo el pretexto de “ayudar” a los migrantes. Vemos exactamente en qué consiste esta “ayuda”, nada más que arrestos, detenciones y muertes. No nos equivoquemos, estas estaciones de inmigración no son más que campos de miseria y muerte.
No tiene por qué ser así. No debería ser así que la gente se vea obligada a abandonar sus países, arriesgando sus vidas por una vida digna. No debe ser el caso que nuestros compañeros proletarios pierdan la vida a manos de la barbarie capitalista. A pesar de lo que digan los gobiernos de AMLO-Biden, este estado de cosas no es inevitable. Es el capitalismo el que perpetúa esta injusticia, y sólo hay una solución: el socialismo. Sólo mediante el derrocamiento revolucionario del capitalismo y la toma del poder del Estado por la clase obrera y sus aliados podrá crearse un mundo libre de esta injusticia.
La Plataforma Obrera Comunista de los Estados Unidos de América se solidariza totalmente con los inmigrantes, que son nuestros compañeros en la lucha de clases. Llamamos a los trabajadores de Estados Unidos y México a luchar contra estos ataques a los migrantes. A no aceptar ningún compromiso con nuestro enemigo de clase y a rechazar todas y cada una de las falsas percepciones que buscan ponernos en contra de los migrantes. Llamamos a los trabajadores de EEUU a movilizarse en protesta contra el gobierno de Biden, que implementa estas bárbaras leyes antipopulares, y contra el Departamento de Seguridad Nacional, la Patrulla Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, que las llevan a cabo. El CWP reconoce que la victoria de la clase trabajadora de ambos países reside en su trabajo colectivo. Por ello, llamamos a los trabajadores de México y Estados Unidos a unir sus esfuerzos y apoyarse mutuamente en todo lo que puedan, para acercarse en esta lucha contra los gobiernos burgueses de Estados Unidos y México.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Plataforma de los Trabajadores Comunistas de los Estados Unidos de América